De batacazo en batacazo

Hoy, y como viene siendo habitual desde hace un año, he vuelto a recibir una mala noticia: tengo precáncer de cuello de útero con lesión de alto grado. En principio, no tenía pensado compartirlo porque es algo muy íntimo y doloroso, pero, al conocer casos de mujeres que llevan años sin ir a revisión ginecológica me ha parecido que, contando mi caso, puedo ayudar a concienciar de la importancia de esta revisión.

El sueño de mi vida siempre ha sido formar una familia pero, por diversas circunstancias (residencia inestable, precariedad laboral, etc.), hasta el año pasado no pude ponerme a ello. Me quedé embarazada en Marzo y a los 3 meses perdí a mi bebé. Me hicieron un legrado, esperé 2meses y me volví a quedar embarazada. Esta vez le perdí a las 8 semanas. Después del segundo legrado me dijeron que podía volver a intentarlo cuando quisiera pero, como no quería volver a pasar por lo mismo (científicamente es normal tener hasta 3 abortos) sin saber si se podía hacer algo para evitarlo, me puse en manos de un especialista. Realicé todas las pruebas habidas y por haber y todo estaba bien. Total que, antes de darme carta blanca, me practicaron una citología y, en esta prueba que es la más sencilla y la que nos realizan anualmente en la revisión, dio un resultado de células anómalas. Me comentaron que podía ser un indicador de cáncer y que tenían que repetirme la prueba. Como los resultados tardaban 2 meses en llegar, fuí a Madrid a mi antigua ginecóloga y le expuse el caso.

Me miró con microscopio y observó que el útero estaba inflamado por lo que me practicó una biopsia de la que me han dado los resultados hoy con el diagnóstico ya mencionado. El día 17 tengo el preoperatorio e imagino que este mismo mes me realizarán la conoscopia (cirugía del cuello uterino).

Si no me hubiese propuesto quedar embarazada quién sabe cuánto tiempo habría pasado hasta mi siguiente visita al ginecólogo y, aunque es un cáncer que como mínimo tarda 20 años en manifestarse, quién sabe qué lesiones tendría y cuál sería el tratamiento y las secuelas. Gracias a la revisión anual se puede coger a tiempo, cuando sólo hay lesiones precancerosas y tiene solución. En estos casos, lo peor que te puede pasar es que, como a mí, te quiten un trozo de útero pero, dentro de lo malo sabes que con ello evitas un mal mayor: el cáncer que, en un estado avanzado, tiene difícil curación.

Lógicamente preferiría no tener nada porque el miedo de que vuelva a resurgir va a estar ahí siempre pero prefiero haberme enterado ahora y no cuando no tuviese remedio como le ocurrió a una persona muy querida en la familia. No obstante, como ese riesgo existe, después de la operación y durante 5 años tendré que ir a revisión cada 6 meses. La parte positiva, a parte de haberlo cogido a tiempo, es que no tiene nada que ver con los abortos y puedo volver a quedarme embarazada pasados 3 meses de la cirugía y llevar un embarazo normal. Eso sí, al quedarme el útero más corto, deberé guardar reposo en la recta final para que no se me adelante el parto.

Lo que os quiero decir es, que gracias a los adelantos científicos y a los medios de los que disponemos, hay ciertos tipos de cáncer que podemos tratar y erradicar antes de que se desarrollen con una simple prueba una vez al año. A todas aquéllas que sentís vergüenza o miedo os animo a que desterréis ambos sentimientos y a que acudáis a revisión porque lo que está en juego es vuestra propia salud.

Besos.